Personalmente,
si tengo que evaluar cada una de las competencias asignadas puedo decir que son
todas igual de importantes ya que como todo en la vida, el camino se hace al
andar.
En muchas
ocasiones, tenemos mucha disposición a la hora de aprender, sin embargo adquirir la autonomía en este
proceso principalmente suele ser tarea de la práctica educativa que se tenga
como ejemplo, ya que si ésta no es la adecuada difícilmente nos podremos
desenvolver en las diversas situaciones.
Aprender a
aprender no tiene recetas o recetillas, tiene métodos que deben adquirirse,
asimilarse y utilizarse, por lo tanto no se nace autónomo sino que es un
aspecto del ser humano que se construye a través del aprendizaje.
No podemos
olvidar, que el aprendizaje es el motor que dirige nuestros comportamientos,
nuestras decisiones y la mayoría de las veces nuestras acciones. Desde mi punto
de vista, el aprendizaje, es el proceso a través del cual se adquieren o
modifican habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como
resultado del estudio, la experiencia,
la instrucción, el razonamiento y la observación.
El aprendizaje
humano está relacionado con la educación y el desarrollo personal. Debe estar
orientado adecuadamente y ser favorecido cuando se está motivado por aprender.
Personalmente, pienso que es un subproducto del pensamiento, aprendemos
pensando y la calidad del resultado
viene determinada por la calidad de nuestros pensamientos.
En mi opinión,
es una actividad que nos ayuda a mejorar nuestras actuaciones diarias, dado que
gracias a nuestra experiencia podemos detectar que cosas somos capaces de hacer
y cuales debemos perfeccionar. De ahí que, es fundamental que como seres
humanos identifiquemos nuestros puntos fuertes y débiles en todos y cada uno de
los contextos de nuestra vida, aprendiendo por ensayo-error y reflexionado así
sobre nuestra práctica educativa.
Disponer de un
momento para reflexionar, debería estar implantado en los centros de educación
infantil, es un poder tan grande, que permite catalogar éticamente el
repertorio de las acciones que se imparten dentro de los mismos, creándose
éxito en sus objetivos marcados a partir del trabajo en equipo, dado que las
buenas prácticas siempre son consensuadas.
Todas las
prácticas docentes brillantes, poseen una naturaleza propia, un vigor pedagógico
y una energía latente que crea espacios para el aprendizaje. Así que, ante una
práctica excelente, la actitud enriquecedora quizás debería estar orientada a
comprender los principios pedagógicos o metodológicos que la inspiran y a
promover procesos propios que surjan de nuestra especialidad.
La educación
infantil no puede ser una tarea aislada por los diferentes maestros, debemos
trabajar o colaborar con la escuela para llevar a cabo la actividad educativa y
mejorar tanto la funcionalidad del escuela como su calidad, tenemos que actuar
de la manera más coherente y coordinada posible si queremos que nuestras
actuaciones no sean parciales, incoherentes o incluso contradictorias.
En definitiva,
el trabajo en equipo, debe garantizar la oferta educativa del centro, su
calidad y la coherencia interna de sus propuestas educativas. Por otro lado,
esta función debe estimar y potenciar la iniciativa de todos los maestros para
enriquecerse los unos de los otros.
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